Un día naces. Lloras. Aún sin conciencia ni razón, vas aprendiendo como tus semejantes, tus cosanguíneos o tus tutores tienen bondad de enseñarte. Después creces, empiezas, poco a poco, si no a obtener el ya tan escaso sentido común, al menos a reconocerlo, criticarlo, aceptarlo o destruirlo, dependiendo de la mucha o poca razón de cada persona.
Otro día, ya sea mientras te lavas los dientes, ya sea mientras caminas por los pasillos de tu facultad, ya sea mientras le haces un güaguis a tu amante, ya sea mientras buscas una idea, ya sea mientras te sujetas del tubo del camión para no caer, te das cuenta que quieres ser alguien. Aparecen en tu mente los modelos de identidad que podrías, quiseras, desearías seguir. Luego los imitas. Comienzas a experimentar la inquietud de las ilusiones, la magia de los deseos, lo apasionado que se vuelve el luchar por alcanzar algo o lo funesto y desdichado en que puede llegar a convertirse una derrota.
Días después, muchos en realidad, alcanzas a ser quien querías ser, lo vives, lo disfrutas, mueres y el consuelo que te queda fue la experiencia de todo lo que fuiste.
Sólo duermes para despertar; sólo despiertas para volver a vivir, para volver a empezar y, cual Dios en el principio de los tiempos, vuelves a crear el génesis de tu vida, a poner nombre a tus ilusiones, cielo, tierra, tinieblas; vuelves a dar forma a tus miedos, a tus sentimientos, a tu carácter, y es algo que terminas haciendo todos los días, toda la vida.
Cuando uno empieza algo, también empieza la incógnita de saber si ese algo perdurará o, al menos, terminará dignamente. Esa incógnita, como diría alguien de quien no recuerdo el nombre, es la mamada.
Abrimos esto y, por si las dudas, nos despedimos de él y le deseamos que descanse en paz. Sic transit gloria mundi.
Otro día, ya sea mientras te lavas los dientes, ya sea mientras caminas por los pasillos de tu facultad, ya sea mientras le haces un güaguis a tu amante, ya sea mientras buscas una idea, ya sea mientras te sujetas del tubo del camión para no caer, te das cuenta que quieres ser alguien. Aparecen en tu mente los modelos de identidad que podrías, quiseras, desearías seguir. Luego los imitas. Comienzas a experimentar la inquietud de las ilusiones, la magia de los deseos, lo apasionado que se vuelve el luchar por alcanzar algo o lo funesto y desdichado en que puede llegar a convertirse una derrota.
Días después, muchos en realidad, alcanzas a ser quien querías ser, lo vives, lo disfrutas, mueres y el consuelo que te queda fue la experiencia de todo lo que fuiste.
Sólo duermes para despertar; sólo despiertas para volver a vivir, para volver a empezar y, cual Dios en el principio de los tiempos, vuelves a crear el génesis de tu vida, a poner nombre a tus ilusiones, cielo, tierra, tinieblas; vuelves a dar forma a tus miedos, a tus sentimientos, a tu carácter, y es algo que terminas haciendo todos los días, toda la vida.
Cuando uno empieza algo, también empieza la incógnita de saber si ese algo perdurará o, al menos, terminará dignamente. Esa incógnita, como diría alguien de quien no recuerdo el nombre, es la mamada.
Abrimos esto y, por si las dudas, nos despedimos de él y le deseamos que descanse en paz. Sic transit gloria mundi.
5 comentarios:
SHIDITO LOKO, NO HABÍA VISTO ESTE TIPO DE ESPACIOS (O SEA BLOG)
SHIDAS SUS LETRAS, SALE POR AQUI ANDAREMOS DE FIZGONES EN SU BLOG
BUENA VIBRA
POSITIVE VIBRATION!!!
SEE YA IRIE!!!
JOEL PLAYMOBIL -17-
asi sea!
requiescat in pace
no se si al blog, o a la vida que dejamos dia a dia, o la vida es quien nos deja?
espero no sea al blog y saques mejores ideas como las que imagino y según me dices a veces tienes...
suerte en esta empresa nnnche remonse tabota
=P
KnivesOut (aunque ya cambie de nickname a Googly Minotaur o.o )
Esta bien escrito tu cuento
tienes estilo (como dijo lewis)
sigue asi, je
Cesar
Pues está chido el "génesis" que escribiste, y a quienes nunca supieron lo que quieren...
Cudiate y seguimos en contacto...
Eso es chele esta muy bueno
sigue asi..
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