4.2.06

Buen Viaje

…pienso que siempre existen esos momentos en donde todo da una vuelta de 360 grados. Uno parece tener todo, estar completo en cuanto a cariño, emociones, momentos, felicidad, tiempo, libertad… A mí me pasó al entrar a mi salón de francés. Ese día no tenía idea de lo que iba a suceder tres clases después. Digo, no creo que alguien sea capaz siquiera de imaginárselo.

La primera vez que la vi, sentí cierta atracción por ella, probablemente física porque solo veía su rostro y lo aprecié varias veces aunque fue sólo unos instantes. Sentía ganas de estar a su lado para charlar con ella y conocerla. Ella estaba sentada a dos bancos del mío junto a un hombre que después de pocos minutos que llegué a escucharlo y verlo lo percibía como amanerado. No es que esté juzgando como si yo fuera perfecto ni mucho menos, simplemente expreso lo que sentía y pensaba en esos momentos. Pude cruzar algunas palabras con ella, que la verdad no logro recordar, algunas risas y una que otra sonrisa. En esos momentos comencé a sentir cierto apego por ella. La clase concluyó y a su vez la noche siguió, hice lo que acostumbraba, lo que ahora veo como una rutina. Al día siguiente me levanté como todos los días, fui a trabajar, comí, volví de trabajar, llegué a mi casa y se repetía lo mismo de todos los días, a excepción de las charlas, que siempre tienen algo distinto. Llegó el día de la clase, fue un jueves pero ahora me senté del lado de la chica. No logro recordar si yo llegué primero y me senté a su lado o fue lo contrario, pero sí recuerdo que pudimos hablar más y reírnos más. Me gustaría recordar de qué hablamos ese día, porque no se qué pasó que, después de eso ella se me venia a la mente por ciertos momentos. De cierta manera ya era parte de mi vida y de mi tiempo. ¿Pero porque?. Supuestamente yo me sentía completo… supuestamente… uno nunca sabe lo que viene, simplemente debe de estar preparado y dispuesto a afrontar los retos y tomar las oportunidades que tanto nos apremian.

Pasaron cinco días hasta que la volví a ver en mi clase y nuevamente nos sentamos juntos. Ese día hablé muy bien con ella y, como las demás veces, surgieron risas. Eso es algo que me gusta mucho porque te hace sentir mejor por momentos, olvidas los problemas que tienes y sólo te enfocas en aprovechar lo que sucede y vives en esos momentos. Es como si tu vida y tus momentos se concentraran todos en una bola de cristal, donde sólo ves y sientes lo que está a tu alrededor, te encierras y sólo lo vives. A partir de ese momento pensaba más en ella. Es tal como lo describe *pilar, como una droga donde al principio piensas poder dominarla, piensas en ella por poco tiempo y después de mucho tiempo regresa la necesidad, pero después se vuelve todo lo contrario, piensas en ella mucho tiempo y sólo poco tiempo sale de tu pensamiento. Pero es una droga que cualquiera estaría dispuesto a aceptar, porque, como todas las drogas, se siente bonito, agradable, hasta se puede decir que “viajas” fuera de la realidad, ya que todo sale de tu cabeza y sólo te concentras en esa droga que, a diferencia de las demás, ésta puede ser muy benigna. A partir de ese día cambió totalmente mi vida sentimental, a partir de ese día se completó el giro de 360 grados que estaba destinado a suceder. Los días siguientes hablaba con ella por Internet y el tiempo pasaba muy rápido al hablar con ella. Me identifiqué mucho con ella y siento que ella también lo hizo conmigo. Cuando charlábamos, sólo existía ella, no había nadie más con quién hablar, no porque no había tiempo, simplemente porque quería prestarle toda mi atención, no quería tardar en hablar con ella…quería aprovechar todo el tiempo posible en poder pasar “momentos virtuales” juntos. Fueron factores que lograron más la unión que desde un principio estaba destinada a suceder. Desde el momento en que crucé la puerta para entrar a mi clase ya había un camino nuevo por recorrer, un camino que nunca me esperé pero doy las gracias por haberlo tomado sin siquiera dudarlo. Es algo que puede ser muy raro en mí porque tiendo mucho a pensar las cosas para escoger lo mejor, pero quién sabe, probablemente lo hice porque sencillamente no había nada que pensar. Era una decisión rápida, una decisión única que sólo el tiempo la podía solidificar y vaya que lo hizo. En esos momentos siento que sólo existía el “lo tomas o lo dejas”. Lo único que hice fue tomarlo sin arrepentimiento, dejando todo atrás porque sé que siempre viene algo mejor, el hombre evoluciona así como su corazón siempre busca algo mejor. Es la naturaleza. Ahora sólo me queda agradecer, aceptar y vivir el momento.
Pasante

3 comentarios:

Heliasàr dijo...

gracias a Pasante que me roló esto..

chido we, traes todo el coto, y el insight jeje.. enhorabuena y que te sea todo bien.

saludos.

Pasante dijo...

Te adoro nena.

Gracias por publicarlo Heliasar con H.
Un abrazo.

Anonymous dijo...

gracias por escribir esto amor y gracias por todo!! te adoro y lo sabes vdd?
sabes ke me encanta!
besitos..
ciao