25.12.09

Descalza me gustas más

De todas las mujeres que veo a diario, en la calle, en la oficina, en el banco, en la farmacia, son pocas cuya belleza logra intrigarme y atraparme por completo.
Si bien en esta ciudad hay una buena cantidad de mujeres lindas, creo que la belleza reside en algo más que el cabello rubio y un cuerpo ondulado.
Cierta vez en un taller literario discutíamos acerca de algunas corrientes literarias derivadas del minimalismo. La principal característica, y mérito, en novelas y cuentos del realismo sucio y del realismo puro, es que logran contar mucho en pocas palabras. Reducen las historias al nivel más simple, esencial y necesario, tanto en el desarrollo de la trama como en los recursos para contarla, como si su principal premisa fuera “Si se puede decir lo mismo con menos palabras, para qué decirlo con tantas”.
La belleza artística en este tipo de obras se basa precisamente en el hecho de prescindir de la misma belleza. Es, por así decirlo, una “belleza sin belleza”, ya que las historias son contadas sin ningún detalle poético, con un escaso uso de adjetivos y la carencia de interpretaciones y opiniones por parte del narrador.
Creo que la belleza en las mujeres funciona exactamente igual. Una chica linda que usa sólo el maquillaje necesario, lleva un peinado discreto y una vestimenta sin pretensiones, provoca más que una que pareciera que viene de actuar en una telenovela.
Y se me hace que uno de los principales factores que propician que las mujeres sigan sin entender esto, es justamente el peso de la televisión en el día a día de la gente. En las series, en las telenovelas, en los programas de entretenimiento, en todas partes, aparecen desfilando chavas que abusan de los adornos y del maquillaje, como si a todo mundo nos gustara ver a chicas con peinados de medio metro de altura y con una máscara de maquillaje que mínimo ha de pesar medio kilo.
A mí, en lo personal, me gustan las mujeres que son como son, sin querer aparentar más. Creo que definitivamente ahí radica la belleza. Es por eso que una vez escribí un relato donde menciono que a mí me gustan las chicas que no necesitan maquillaje, las que tiran el chicle en la calle y las que hablan cuando están solas. El relato lo publiqué hace poco más de un año, pero llevaba escrito ya unos cuantos más. Desde antes de que lo escribiera y hasta la fecha, me siguen gustando las chicas así, y creo que me seguirán enamorando por mucho tiempo más.

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