20.9.11

Como temblor

Nervioso como si fuera domingo a la noche, como si fuera a ejecutar un tiro penal, como segundos antes de una entrevista de trabajo o de una declaración de amor. Nervioso como cuando la gente lo mira y usted a ellos no. Nervioso como cuando hay mucho por hacer y poco con quién hacerlo. Nervioso como cuando no hay por dónde empezar. Nervioso como cuando los perros ladran y fruncen el ceño y enseñan los dientes, como dándoselos a antojar para que usted los tome y los golpee y los destruya y, después de todo, siga sintiendo nervios, pero sólo por unos momentos más.

No hay comentarios: